Durante la secundaria, mis notas eran bajas y mi vida era un caos: desorganización, falta de disciplina y frustración constante.
Todo cambió cuando entré al gimnasio. El entrenamiento me dio estructura, me enseñó disciplina y me ayudó a organizarme. Como resultado, mis calificaciones mejoraron y pasé de ser un alumno promedio a estar entre los mejores de mi promoción.
Fue en ese momento cuando comprendí el poder del entrenamiento y la disciplina, tanto física como mental.
Aun así, enfrenté muchos desafíos: no sabía qué comer, cuánto comer ni cómo entrenar de manera efectiva.
Con el tiempo, investigué, aprendí y probé distintos métodos hasta encontrar el sistema más simple, eficiente y sostenible para ganar masa muscular y reducir grasa sin renunciar a una vida social plena. Aprendí a disfrutar de eventos y situaciones sin sacrificios extremos, logrando un equilibrio en mi vida.
El deporte y una alimentación bien estructurada transformaron mi físico, mi mentalidad y mi bienestar emocional. Somos seres integrales, y en Ponte +Z buscamos potenciar cada aspecto de tu vida, porque todo está conectado.